Y seguímos con los policiacos...
Quizá otros Labios es un libro en el cual se reunen muchas de las varias características de la novela policiaca, una historia que parece sencilla pero que se coniverte en un nido de lúos, enredos y comicidad,, que es (y vuelve la burra al trigo...) la principal característica de las novelas mexicanas policiacas.
La trama comienza con un lejano recuerdo de James Dean en una fiesta y la noticia al día siguiente de la muerte de éste, seguido por el carnaval de Huejotzingo donde Enrique NoMeAcuerdoQué, alias el Cuervo esta felpándose (felpándose: comer, tragar, ingerir) unos mixiotes y unas chelas mientras oberva las bien torneadas piernas de una rubia imaginándosela en cueros. Mientras eso sucede, un pintor batalla con el aire que amenza con tirar sus lienzos con todo y caballete; mientras la representación de moros contra cristianos se lleva a cabo, un moro es asesinado por un cristiano, cayendo encima del pintor... y para colmo, dejando una extraña foto de James Dean en pelotas tocando un clarinete.
De ahí pal real, entre secuestros, rubias golpeadas, recuerdos de esposas que abandonan a su marido, cartas a la doctora corazón, recuerdos de un pasado, enanos de circo, taxistas preparando su festival, matones y gobernadores del estado transcurre esta novela fiel representante de la novela policiaca.
Me recordó mucho a El Pantera en lo cagado que es al resolver sus casos, en lo cómico que suceden los acontecimientos.
Quizá otros Labios es un libro en el cual se reunen muchas de las varias características de la novela policiaca, una historia que parece sencilla pero que se coniverte en un nido de lúos, enredos y comicidad,, que es (y vuelve la burra al trigo...) la principal característica de las novelas mexicanas policiacas.
La trama comienza con un lejano recuerdo de James Dean en una fiesta y la noticia al día siguiente de la muerte de éste, seguido por el carnaval de Huejotzingo donde Enrique NoMeAcuerdoQué, alias el Cuervo esta felpándose (felpándose: comer, tragar, ingerir) unos mixiotes y unas chelas mientras oberva las bien torneadas piernas de una rubia imaginándosela en cueros. Mientras eso sucede, un pintor batalla con el aire que amenza con tirar sus lienzos con todo y caballete; mientras la representación de moros contra cristianos se lleva a cabo, un moro es asesinado por un cristiano, cayendo encima del pintor... y para colmo, dejando una extraña foto de James Dean en pelotas tocando un clarinete.
De ahí pal real, entre secuestros, rubias golpeadas, recuerdos de esposas que abandonan a su marido, cartas a la doctora corazón, recuerdos de un pasado, enanos de circo, taxistas preparando su festival, matones y gobernadores del estado transcurre esta novela fiel representante de la novela policiaca.
Me recordó mucho a El Pantera en lo cagado que es al resolver sus casos, en lo cómico que suceden los acontecimientos.
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