04 diciembre 2020

Geekeando con Macross

 Cómo todos los que alguna vez han leído algo en ese blog podrán deducir que soy un tetazo: geek, friki, otaku, pendejo, nerd, o cualquier otra cosa que tenga que ver con esa definición de gustos —hasta hace algunos años— culposos de productos de la cultura pop  y otras subculturas a las que pertenecen películas, libros, series de tv, cómics y revistas con personajes de superhéroes, animación japonesa o fantasía; solo por nombrar a algunos.

Si bien mi gusto abarca un gran abanico de todo ello, en esta ocasión voy a contarles sobre la subcultura otaku y en especial de una serie de la que soy fan en verdad: Macross.



Super Dimensional Fortress Macross apareció en teles japoneas en 1982 nacida de la mente de Shoji Kawamori, un fan de la serie «Space Battleship Yamato» de Studio Nue quien estando en secundaria decidió "visitar" las instalaciones de su serie favorita con sus amigos. Empezó a trabajar a tiempo parcial y poco a poco comenzó a diseñar prototipos incluso para la serie que admiraba con créditos no reconocidos a su autoría. Continuó su carrera de diseñador al tiempo que estudiaba la Universidad donde conoció a quie después se volvería el guinista de la idea que sería Macross: Hiroshi Onogi.

La historia: una nave alienígena se estrella en una isla del pacífico sur llamada Macross, corre el año 1999 en la Tierra; mientras los gobiernos de la tierra comienzan a batallar para hacerse dueños de las tecnologías; al mismo tiempo, varios grupos cientificos empiezan a estudiar la nave encontrando que los ocupantes son gigantes (después sabremos que se llaman Zentradis) lo que ocasiona un alto al fuego entre las naciones en guerra y se organicen en el UNSpacy (salvo algunos rebeldes) y comienzan a planear, en caso de una invasión, la defensa del planeta. Esto conlleva dos cosas: 1) la rehabilitación de la nave rebautizada como SDF-1 y, 2) la creación de una serie de aviones de batalla con la habilidad de convertirse en robots gigantes para combatirlos además de un estado híbrido entre robot y avion llamado Gerwalk; esto aviones de combate serían la insignia de esta serie: las VF (Variable Fighter) al cual en su primera versión se llamo Valkyrie.



Pasaron diez años desde la caída de la nave, y el gobierno unido ha decidido sacar a la luz la nave rehabilitada. Al rededor de la isla se han comenzado a llenar de coemrcios y turismos atraidos por la fuente alienígena, se ha formado una ciudad alrededor con el mismo nombre: Macross. Todo parecía ir bien, pero justo en el momento en que se enciende nuevamente la nave esta reacciona a una señal de otras naves que habían venido a buscar  a la encallada y esta reacciona iniciando un "fold" transdimencional (lo que sería algo así como el hyperespacio) y despega llevándose a toda la isla cerca de la órbita de Júpiter.

Así es como inicia esta serie cuyas mayores insignias han sido los tríangulos amorosos, los VF's y algo poco común, la música.

Sí alguien recuerda esta serie (además de mí) recordarán que la conocimos de niños como Robotech, una versión recortada, pegoteada y agregada con dos series más —la de los amos de la Robotecnia cuyo nombre original es Super Dimensional Cavalry Southern Cross, y la tercera parte llamada comunmente como los Invits nombrada originalmente como Genesis Climber MOSPEADA. Todas estas con mucha relación con Macross incluso siendo Mospeada un tributo a ésta— por Karl Macec quien creo relación entre las series y creo un universo cambiando diálogos, inventando cosas y haciendo lo que quiso para así poder tener el número mínimo de capítulos para poder ser transmitidos en tv gringa.

La supuesta hija de Rick y Misa
La Cyclone en Mospeada, la moto que se transformaba en exoesqueleto


A esta serie le han seguido películas de reinterpretación de la serie (Do you remember love?); OVAS contando historias nuevas y diferentes (Macross 2012 Flashback, Macross Plus, Macros II: Lovers again, Macross Zero), nuevas series de televisión (Macross 7, Macross Frontier y Macross Delta) que han ampliado la metacultura de la serie y contado sus propias historias (algunas excluidas de la cronología oficial como Macross II que se cree que es una pelicula dentro de la contunuidad como tributo; mismo caso para Do you remember Love que también es una reinterpretación de los sucesos de la serie original) con su complejidad. Todas estas series continuando con las insiginas: el romance y triangulo amoroso; los VF y, en su propia forma la música.

Este útimo punto, la música merece un post completo; llevándonos del Idol pop del momento como Voices en Macross Plus a Arkan Holy Raz de Macross Zero con sus cánticos de oración, y lo más importante, siendo esta el arma contra los enemigos, ya sean inteligencia artificial maligna como Sharon Apple hasta vampiros de energía como los Spiritia.

El triángulo formado por Guld, Myun Fan Lon e Isamu


De todas las series, solo me ha faltado ver Macross 7 así como jugar algunos juegos exclusivos que tiene cierta parte en la cronología.

En fin, ya me desahogué después escuchar una de esas canciones que me recordaron tooodo loq ue significa esta serie.

Les dejo un link sobre Shoji Kawamori quien además de esta gran idea, ha participado como diseñador de Mechas en muuuchas otras series, por ejemplo en Ghost in the Shell y el creador de The vision of Scawflone por decir algo.

Tambien una cronología de todo el universo de Macross. por si se animan!

23 octubre 2020

El como odio los chilaquiles (no todos)

 Crecí con una idea de lo que son los chilaquiles: tortillas duras secas que después se fríen y mientras, preparas la salsa: verde, roja de chile de árbol con jitomate cocido, roja de chile de árbol seco con jitomate asado y muchas más. Después de todo eso, poner a sazonar la salsa con su aceitito para que agarre sabor y ya que haya reducido lo suficiente, le echas los totopos antes fritos. Dejas que se cuezan ambos a fuego medio y casi si moverle de tal manera que la tortilla empieza a absorber la salsa y queda como un pastel de tortillas con salsa. Lo puedes acompañar de su costillita de res, pollo, huevito; su crema, queso y cebollita.

Esta idea fue cambiando conforme el paso de los años. Algunos restaurantes comenzaron a saltarse el proceso tradicional del chilaquil semi-seco por comenzar a hacer los totopos aparte y solo ponerles una salsa encima. Disque para hacerlos "crujientes".

Particularmente no comulgo con la idea de estos chilaquiles, no tienen sabor porque nunca se sazonaron con la salsa que los acompañan. Quedan crujientes (como Nachos) y aguados además que todos los complementos que deberían llevar encima sencillamente se caen por las tortillas sin ton ni son.

Hoy por ejemplo, pedí junto con Aideé comida en una aplicación y vi que había unos chilaquiles de guajillo con carne asada. Tonto de mí, me los imagine y saboreé antes de pensar en lo que podía suceder con ellos. Los pedí y monitoreé la entrega del pedido.

Cuando llegó la comida, comencé a revisar que era de cada quien (dos o tres uniceles con fruta y otras cosas) hasta que encontré mi platillo: ¡oh decepción! En un contenedor separado las tortillas y la mini carne asada y en una charola un botecito mini de salsa mal sazonada de chile guajillo. Me emperré y todavía más cuando vi que la salsa que habían mandado ni siquiera cubría a totalidad de las totopos enviados.

Por suerte, tenía un restante de salsa de chile pasilla que había hecho en la semana. Verifique que los totopos estuvieran fritos como debería de ser y opté por "componer" los chilaquiles que me habían enviado. Segui la receta del primer párrafo y la verdad quedaron ricos.

En fin, en gustos se rompen géneros, pero no soporto los chilaquiles que venden en restaurantes donde por la velocidad se hacen de esta manera.

21 septiembre 2020

Abandono, olvido...

Corría el año 2004. Salía de la carrera de Informática Administrativa, mi padre hacía pocos meses que acababa de morir, en julio más precisamente. Sentía la inmensidad de muchas cosas viniendo a mí: la desolación, la responsabilidad de mi familia, el encontrar empleo de lo que estudié, los amores inciertos, etc. Fue uno de esos días que llegó David como siempre con noticias nuevas de los trending topics que la gente hacía en internet; un internet que aún no tenía Youtube, que aún seguía usando el Messenger de MSN y al cual las salas de chat se iban perdiendo; uno en el que Napster había dejado un hueco que había sido rápidamente llenado por aplicaciones como Limewire, eDonkey, eMule, Ares, y otras tantas que te permitían bajar música, videos, juegos y mil cosas a riesgo de un posible virus. Entonces llegó y nos habló de los blogs, esas páginas donde la gente escribía, sin que se lo pidieran, lo que pensaba; donde podían expresarse y hablar de cosas que les eran importantes, y donde otros te leían y te seguían para tener un grupo de blogs que te daban identidad.
Y así, comenzó este lugar...
El primer post, publicado el 2 de diciembre (cual error de diciembre) comenzaba por darle título al blog donde hablo de una desidia total,  y narro lo que líneas atrás lo que ya conté sobre David.
Desde ese día han pasado casi 16 años. Hubo etapas muy prometedoras en las cuales escribía varias veces por semana, hablaba de temas que me parecían relevantes siempre desde mi punto de vista y poco a poco empecé a narrar lo que leía: mis micro resúmenes de los libros que me apasionaban; llegó un tiempo en que fue lo único que aquí se escribía. 
Pero también empezaron a irse las oportunidades, las ganas de escribir por querer mantener otras plataformas como Twitter o Facebook. Al principio busqué como hacer que se conectaran con lo que escribía aquí, pero al final me ganó más la hueva, así se le dice.
Y no es que haya dejado de escribir, lo sigo haciendo pero de formas diferentes, ya no tan reflexivas como este post; ni tampoco he dejado de leer aunque sí he disminuido mi cantidad. El tiempo apremia y es poco, quisiera tener tanto tiempo para acabar con todos mis pendientes personales, escribir mis novelas que he dejado inconclusas en el tintero por falta de imaginación, pereza o bloqueo creativo; a veces hasta terminar un cuento me pesa.
Pero como dice Stephen King, el que no escribe no supera el bloqueo, o algo así. Creo que es momento de retomar este blog. Escribir lo que creo, lo que veo y lo que sé. Intentar retomar mis lecturas para resumirlas y que en alguien despierte esa curiosidad; hacer que esos Ratos de Nada se sobrepongan a la desidia como hace casi 16 años.