20 enero 2005

Retrocesos

Un retroceso, dos retrocesos, tres retrocesos... "n" retrocesos. La cotidianidad de las cosas resulta ser algunas veces simples y sencillas expriencias pasadas que los titiriteros de la vida traen una vez al futuro inmediato para pastorear a la sociedad.
La mayoría de las cosas que vemos en varios aspectos de la vida (moda, música, literatura, etc.) son copias de eventos y cosas que ya habían surgido en una época anterior; son simples traslados de tiempos adapatados a las inmediaciones modernas de una vida poco consciente de los cambios que le ponen. Lo único importante es que tan a la moda estás, aunque esa moda ya haya sido.
Resulta paradójico que tengamos que vivir tan metidos en aspectos del pasado para poder formar la historia del presente; pero visto desde este punto, la historia es la parte de las ciencias sociales que estudian los hechos sociales pasados y que traen como consecuencia que no se repitan en el futuro. Pero en un mundo comercial donde lo importante no es qué, sino cómo vender, esto resulta atrayente para una nueva camada de jóvenes compradores que terminan vaciando sus bolsillos en artefactos y accesosrios pasados que ahora resultan ser "in".
La vida es un ciclo según algunos filósofos; un círuclo que comienza en un punto y continua trazando una línea que tarde o temprano terminará en el lugar donde comenzó. Tal vez por eso es qué, ya que hemos pasado por toda la línea, ahora estemos en la segunda vuelta de la circunferencia y con ello los valores y cosas que en otros tiempos estaban, ahora estén regresando a la "vida".
No tengo ni la más mínima idea de donde terminemos, pero por lo pronto, en el mundo de la moda hemos visto redesfilar por las pasarelas del mundo, las plataformas setenteras así como los panatlones acampanados, los peinados afro y de rastas, la moda deslavada y de pantalones cortos de los sesentas y hasta la elegancia de principios de siglo con algunos trajes postvictorianos... no me extrañaría en lo más mínimo que en algunos años regresemos a la moda de andar desnudos (aunque algunos manisfestantes ya la han aplicado; y cabe decir que es demasiado cómodo).

16 enero 2005

Chupando que es gerundio

Una de las condiciones sociales para poder ser aceptado en un grupo social contamporáneo es tener una afición generalizada por el consumo de bebidas alcoholicas. Esta situación ha estado desde hace mucho pero mucho tiempo; por ejemplo, las reuniones de mis padres siempre fueron amenizadas por música y una combinación de bebidas alcoholicas.
Esto no es novedad alguna, pero si es de tomar en cuenta que el consumo ha aumentado en una gran cantidad, y sobre todo en la disminución de la edad de consumo. Hoy las fiestas se ven llenas de cervezas y de tequila, pero lo sorprendente es que jóvenes de 15 o 16 años esmpiezan a inducirse en ese camino de embriaguez que poco a poco terminará haciéndose más esrecho hasta que la slaida sea una ilusión. Porque digo esto, es verdada que muchas veces tomas una o dos cervezas para "conbeber", pero cuando empiezas a ver las cosas desde el punto de vista de "una cerveza no es nada, pasame la otra", o "ya me quede picado, vete por el cartón" no es demasiado alentador.
Pero, ¿por qué es el gusto por el licor? Es feo, en verdad sabe feo, es quemante y penetrante, desgarrador podríamos decirlo. La cerveza por igual es amarga y fuerte. ¿De donde es que nace el gusto por el beber?, ¿es por la situación social en la que nos encontramos inmersos y de la cual no queremos salir por temor a no ser aceptados? Cada quien puede tener su propia respuesta, pero la verdad es que siempre que continue esta situación, es dificil que los productores y vendedores de vinos y licores lleguen a sufrir.
No sé si esto en verdad sea real o no, por ejmplo conmigo, comencé a ver que después de unas cuantas cervezas y consecuentes crudas, la realidad no pintaba diferente en lo más mínino, y sobre todo pude admirar que las situaciones que un borracho transmite a los correlacionados no son nada gratas y en camio son extremadamente desagradables. Por eso desde hace un mes, no he tomado.
La verdad es que mientras escribo esto, una serie de imágenes del pasado recorren mi cabeza y me recuerdan que con unas pocas cervezas la realidad del momento si cambia. Dicen que todo con exceso y nada con medida, ¡ah no, es al revés! Sólo queda que cada quien juzgue su propia versión de las cosas y resuelva de la mejor manera indicada.

13 enero 2005

Lidiando con una realidad mexicana

Hace muchos, pero muchos años existió en México una situación cultural conocida como machismo en la cual, el hombre era el máxime en la sociedad y en todos los demás aspectos que regían la vida del hombre común y corriente... todo era idílicoya qu e las abnegadas amas de casa eran felices siendo golpeadas por los machos mexicanos que llegaban borrachos exigiendo una comida y una cerveza pa' continuar o para curársela... todo era maravilloso.

Hablando en serio, la peor parte de la cultura mexicana siempre ha sido ese gran "lugar" en el que nos hemos autocolocado los hombres creadores de esa sociedad que trabaja como él mismo quiere que trabaje. Omitiendo por completo a la mujer que es la unión entre todos los ámbitos posibles, y el principal de ellos: la familia.

Es cierto que se ha mantenido una clara distinición entre las actividades realizadas entre un sexo y otro (hasta hace poco se empezó a tener una cultura más educada de igualdad de géneros); por ejemplo hace años las labores de una abnegada madre eran entre otras tener a la familia en comunión, educar a los hijos, hacer las labores del hogar, atender al marido cada vez que llegaba borracho, y si bien le iba, mantener a la familia con un trabajo en el que no ganaba ni lo que el susodicho amante se gastaba en una briaga. Comparando esta realidad, que se ve tan lejana, con una actual nos sorprendería la gran similitud de cosas que aún prevalecen. Sin ir más lejos, ¿cuántas mujeres son el primer sustento de una familia deshecha?, ¿cuántas de ellas tienen que mantener a un marido prángana? En verdad no ha cambiado mucho la realidad machista de esta sociedad intransigente.

Una manera de parar esto es darle deberes a los hombres, pero no cuando ya están grandes porque como dice el dicho: "Árbol torcido jamás su tronco endereza"; sino que hay que enseñar desde pequeños a los hijos que ambos son iguales: hombre y mujer por igual. ¿Por qué no ponerlos a realizar un poco de quehacer? Una cosa que siempre he dicho, la mujer se queja de una sociedad machista, cuando es ella la que hace a los machos. Bueno me voy porque tengo que lavar trastes.

04 enero 2005

Lo mejor de la vida llega cuando menos lo esperas


La vida es demasiado rápida en estos tiempos, algunas veces ni siquiera tienes tiempo de pensar en algo cuando ya estas haciéndolo. Es de uan diversidas extremista: puede ir desde una pasividad mínima hasta un desaforamiento compulsivo. Todo pasa en instantes porque la misma vida es la que hace que nosotros y por ende nuestras acciones sean de la misma velocidad de las demás.

Pero esto no signfica que aunque estemos siempre en un estado de vigilia activa, realizando acciones por doquier y como si fueramos máquinas, no pensemos un poco en nuestra vida... en lo que nos rodea y sobre todo en lo que anhelamos. Sin esto no sería posible que siguiesemos esclavizados al trabajo "creativo y fomentador" (en verdad dudo que este dicho se aplique a una realidad actual). Es como el complejo del esclavo que ansía su liberación para realizar sus anhelados sueños, que es lo único que lo mantiene pegado a una realidad emocional hasta que ese día llega.

La verdad de las cosas es que somos demasiado desesperados en muchos sentidos por no decir todos. Queremos que las cosas sucedan en el moemento, y todo esto se debe a la velocidad con que vemos que las cosas ocurren. No hay una paciencia por parte propia para ver realizados nuestros sueños y anhelos. Es una realidad que todo se lo debemos a la sociedad; que todo lo que hacemos es un reflejo de la cotidianidad y por consiguiente una pérdida de valores y tradiciones debido a una "actualización" que muchas veces es un retroceso. Sólo resta decir que no todo aparecerá en el momento cuando lo desees, hay que trabajar y pensar en todo lo que puede suceder para que lo que quieres o busques llegue... El que espera, al final tiene su recompensa