14 agosto 2005

Cosas

Esta semana que pasó me dí cuenta de algunas cosas que observé (claro, si no me hubiera dado cuenta). El caso es que por el recurrente número de temas que tengo el día de hoy, el desvelo de la noche anterior y sobre todo la integirdad de las ideas haré un listado de los temas, como un.... mmmm.... como un temario con su definició. No lo haré más, lo prometo. Empecemos pues.
  • Que pequeño es el mundo.- Y es tan cierto como que no lo es. Resulta que ayer mientras estabamos en el previo a la noche de copas, me encontré con un compañero del trabajo en el lugar menos esperado para encontrármelo: la calle. Además de eso, no fue el único ya que en la noche antes indicada me encontré con Arturo (El flaco) en el bar al que fuimos, otro lugar al que no creí que me encontraría con alguien a quien algunas horas antes había llamdo pidiéndole recomendación para un piercing y creí que sería todo lo que sabría de él ese día. Ya por último en este apartado, el Dave encontró a una compañera de trabajo en el mismo lugar... ¿pequeño mundo no?
  • La mujeres los prefieren... .- En la semana me dí cuenta de que un gran número de mujeres que transitan con su "pior es nada" andan con hombres más bajos que ellas. Esto no lo entiendo, ya que generalmente es al revés; el hombre es el que termina inclinándose para dar el beso (diganmelo a mí, mido 1.84) y ahora lo sorprendente es ver a la chica agacharse para besar al "momio". Claro, la diferencia no se ve tan mal cuando ambos están sentados...
  • La fiebre de las tarjetas.- Tanto se quejan las personas de las tarjetas de crédito y más dependen de ellas, es casi imposible salir al camión isn tarjeta de crédito, aunque no puedas comprar con ellas los boletos del metrobus. Un claro ejemplo de esto es que mi jefe el viernes que nos pagaron, estaba haciendo cuentas para ver cuanto tenía que ir a los gastos de la tarjeta (casi todo su sueldo). De pronto, le llamaron al celular ofreciéndole otra tarjeta, comenzó renuente a ella, pero lo convencieron con la idea de que no es de "credito, es de servicios" (la diferencia radica según lo que expllicó después es que no tienes un límite de crédito... puedes comprar de toooodo con ella). En este mismo ámbito, comprar en tiendas departamentales pude resultar más nocivo para tu quincena que saltar del bungee y ser cardiaco.

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