19 mayo 2005

El cuento de las Espadas de Luz*

Jueves 19 de Mayo, 2005.
Todo parecía un día normal; sí, asistir a una entrevista de trabajo por ahí de Juárez, todo normal. Llegué demasiado temprano y al pasar por metro Hidalgo recordé el día de hoy, que desde hacía ya varios no me dejaba estar tranquilo: 19 de Mayo, estreno mundial del tercer Episodio de la Guerra de las Galaxias (Star Wars para los puristas).
Salí rápido del asunto que tenía pendiente; miré mi reloj, nueve en punto, faltaba una hora para que el cine abriese; me senté en la alameda Central a esperar a que éste abriera y poder entrar a ver una peñícula que desde que ví los trailers sin duda sabía sera inolvidable. Esperé.
Llegó la hora; el gerente del cine salió a ordenar la fila de fans que sin duda irían a ver la película, en una fila los que tenían boleto, en otra los que comprarían; rápidamente me amachiné el primer lugar de la fila de compras, esperando que abriesen las taquillas para pasar. Sucedió, me valance aún cuando la reja no estaba del todo abierta pasé y compré mi boleto.
Subí las escaleras desando entrar rápido para alijarme en un buen lugar y no quedar hasta el frente como es cotumbre en esas películas. ¡Oh sorpresa! mi boleto decía función de las 8:20 de la noche. Le dije al chavo que recogía los mismos que me diera chance; me lo cambió por el de la función de las 10:50, subí a la sala 5 a esperar a que diese inicio el principio final de la hexalogía.
Por fin transcurrió la hora entre melodias de la serie; se apagaron las luces y no pude más que ver los cortos de nuevas películas esperando ansiosamente que diera inicio la que había traído a cientos de personas a ese recinto. Se oyó una música conocida por todos, no hacía falta esperar los suspiros cortados al ver las pequeñas letras amarillas crecer en un plano inclinado con perspectiva de alejarse la palabra "Episode III: Revenge of the Sith".
*El título fue tomado de la Revista R&R, No. 17; de la Columna escrita por Julio Martínez nombrada Revolver.

1 comentario:

Anónimo dijo...

¡Padrísima la movie, verdad Yoko! Definitivo, todo un clásico, muy buena tu crónica, me gusta tu estilo. Felicidades