09 agosto 2006

Elemental mi querido Watson...

La primera vez que leí al detective más famoso y perspicaz del mundo (además de snub, prepotente y mamón; tenía que ser inglés) tenía como 16 o 17 años y recuerdo que fue uno de Casos de Sherlock Holmes, de hecho el último de Conan Doyle sobre Holmes. El recuerdo que me trae (hace años que no toco ese libro) es de muy grato, y ahota con esta lectura del Perro de los Baskerville (o el Sabueso de Baskerville o como se le conozca) me dejó una sonrisa y un excelente sabor de boca (se puede dejar sabor de boca con un libro...).
La historia es sobre la muerte de sir Charle Baskerville, una muerte que no ha sido demasiada clara en cuanto a los procesos en que se desarrollo; así pues, el dr. Mortimer, amigo y médico del difunto Baskerville ha ido en busca de Holmes para que le ayude a encontrar las verdaderas causas de la muerte del dueño del palacio de Baskerville, es ahí donde el Dr. hace referencia a una leyenda sobre un perro demoniaco que ha rondado la vida de los Baskerville desde hacía siglos y que posiblemente sea el autor de la reciente muerte del barón. Es en ese punto donde comienza el caso entre tratar de averiguar que es real y que no lo es sobre la muerte y el mito.
La narración es rápida y fluida, encabezada por la ya clásica redacción del Dr. Watson, donde además de demostrarnos por que es el ayudante de Holmes resolviendo el mismo algunas partes del caso (aunque el mamón de Holmes según ya los había resuelto, le quita demasiado crédito a Watson, además de que él mismo se auto reprime en su propia narración).
Sin duda, uno de mis autores favoritos (casi no lo he leido, pero lo poco que he leido de él me gusta demasiado) ingleses (ya saben la poca aficción que tengo por este país y su "alta cultura").