20 julio 2006

Tortas

Cuando era un chiquillo imberbe de 15 años y cursaba la preparatoria por el rumbo de Insurgentes, cerca de la glorieta, había pocas cosas que comer en la escuela y salían demasiado caras (en primero año, los molletes con chorizo y salsa eran la neta, pero el costo no hacía lo propio con lo poco que duraban; ya saben los típicos agandallados (jeje, yo era uno de ellos cuando no traía varo) que van a la cafetería a gorronear) y por tal teníamos que buscar lugares externos para comer barato y que te llenara lo suficiente para no llegar a comer a la casa o si lo hacías ya en la noche.
Primero descubrimos uns huaraches a la altura de Insurgentes y Puebla, donde ahora está un Famsa (no recuerdo si ya estaba el Famsa) que preparaba quesadillas, gorditas y los poderosos huaraches sencillos, combinados o el máximo huarache con costilla. El caso es que con 20 varos comías bien (que buenas épocas).
También estaban las hamburguesas que eran chidas, pero con el contra de que eran un poco chicas y no muy llenadoras.
Y por útlimo las poderosas y únicas tortas de insurgentes. Pasábamos un día por la glorieta, del lado del Famsa a ver pornografía como cualquier joven saludable haría, ya era tarde y no había huaraches (el serñor siempre acababa temprano) así que seguimos por Puebla a los locales de comida que hay, estaban las hamburguesas, los tacos de guisado y los caldos de gallina; enfrente (ahora hay una sexshop Erotika creo) los tacos de suaperro, jugos, etc. Pero lo que más nos llamó la atención fueron las tortas, que por una módica cantidad de dinero le ponían un requetechingo de ingredientes.
Estaban las clásicas tortas: milanesa, pierna, jamón, quesillo, huevo, salchica, paté; las combinadoas: huevo con chorizo, pierna con queso, milanesa con queso, etc. y las mangánimas especials con nombres de jugadores de fútbol, deportistas, actores, lugares y un sin fin de cosas que los torteros suelen ponerles como nombre a las tortas intentando (y logrando) homologarlas con alguien: la cuahtemiña (milanesa, pierna, jamón, queso blanco, quesillo, salchicha), la matador con piña y la matador con chorizo, la tatiana, la pele, la rios, la maradona, la texana, la trevi, la toluqueña, etc. y todas bien baratas (me acuerdo que en ese tiempo costaba la cuauhtemiña que es mi favorita $13.5). Así que se volvió un lugar común para comer.
Con el paso de los años, hubo cambios en la calle, muchos de los puestos desaparecieron, otros se menearon y el puesto de las tortas no fue la excepción, ahora se encuentra al lado de un estacionamiento casi enfrente del consultorio del dr. Cruz(?), enfrente de la Erotika y al lado de un antro-bar-pelodromo.
En ese puesto he: enseñado un lugar para comer a mi hermana cuando entro en la misma prepa que yo; celebrado el cumpleaños de un amigo (con una cubana especial, ¡¡Jamás he visto una torta más grande!!), bajado y bajadome la peda (con mis amigos de la uni, ya que la cantina a la que íbamos esta(ba) por la glorieta), comido cuando he estado hambriento, etc. es un buen lugar para ir a comer.
Y hoy precisamente después de vagar por Insurgentes después de una entrevista, muriéndome de hambre se me ocurrió: "ah ya sé, voy por una torta ahí en insurgentes y me chingo unas máquinas", rememorando viejos tiempos.
Luego más anécdotas de tortas.

3 comentarios:

maYa dijo...

oh si, recuerdo la dieta de estudihambre... en mi caso además de los molletes unos ricos chilaquiles de menos de 10 pesos y las ricas quesadillas de 5...jeje.

Anónimo dijo...

a mi solo me gustan las tortas hechas, jejejejej
cuidese yoko
ATTE. el RUbens

tankeyrol dijo...

jajaja llegue tarde