Termino, otro año que se va. Terminan las consabidad fiestas que anuncian otro año venidero. Terminó. Bienvenidos a la realidad... otra vez.
Resulta dificil pensar que otro año llega a su fin; que otro año comienza con todas las nuevas implicaciones que traen para consigo: gastos, deseos que cumplir, más gastos, trabajo, inmediaciones sofistas de la vida... ah y no olvidemos los gastos.
Un año que viene, un año que va.
Por un lado, la carrera persidencial entra en marcha. Ayer, el Subcomandante Marcos y la comitiva de la Sexta Declaración de la Selva Lacandona inició lo que se denominó como "La Otra Campaña", que tiene como fin principal revivir la izquienrda en México; un izquierda que si bin nunca ha sido de una escuela propia, sino un híbrido entre muchas corrientes sociales y que poco a poco ha comenzado a tener (si alguna vez la tuvo) una disminución. Esto trae consigo un nuevo movimiento político en el país, una nueva opción a todo.
Del otro lado, las afinaciones políticas de otros salen a flote y las campañas antes ya comenzadas continuan su convergencia para lograr un lugar en el próximo gobierno. Resulta deplorable que muchso (si no es que todos) los implicados no tienen ni el más mínimo respeto por sus votantes; olvidan por qué están en el poder y por qué aspiran a cargos. Olvidan que el pueblo es quien los pone y el pueblo es quien los quita (claro si quisiera. Ayer platicaba con mi tío sobre Argentina y que ésta nación ya no debe nada al FMI ni al BM; la razón el pueblo argentino es un pueblo que lucha, que no se deja y que no se conforma como el mexicano (muy a mi pesar, somos conformistas. Pedimos un cambio pero no hacemos nada por lograrlo; exigimos sin mover un dedo)). La izquierda siempre ha sido mal vista, razón; no va con los intereses de los poderosos, de lso ricos, de los que controlan los países; por un lado hacen crecer las naciones de forma descomunal metiéndose en la "globalización" para competir con todos los demás países, por dentro el país muere, un país que no crece que no tiene para comer, que todo lo maneja con dinero electrónico, que no produce nada propio salvo maquilas en los extremos del país; un pais que no tiene un futuro puesto sobre la mesa, que se ahoga en los despojos del vecino del norte, que no protesta a viva voz por la medida racista y denigrante de poner un muro que separa un país del otro, un país que le dan atole con el dedo, él y sus gobernantes que no creen más que en sí mismos y olvidan todo lo que los vió nacer y crecer, su orgullo, su patría. Su todo.
Bienvenidos a la realidad.
Es año de elecciones, un verdadero año duro en el que si no te despiertas nos lleva la chingada. Qué queda por hacer. Tomar conciencia de las cosas, escuchar puntos de vista y votar por quien creas que sea mejor; no por un montón de fetiches mercadológicos que enarbolan a un candidatos, propuestas sin sentido que nos lavan el cerebro. Hay que escuchar, oir todo lo que pasa en el país.
Bienvenidos a la realidad.
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