Otro 15 de septiembre en los haberes de la historia. Un quince de septiembre lleno de asperesas entre los "perdedores" y los "ganadores" por ver quien daría el grito en el Zócalo de la ciduad de México. Un país dividido entre el sollozo y el regocijo; vencidos y vencedores.
En fin, estas fiestas patrias no me han sabido como en ocasiones anteriores; por lo menos ya había alguna fiesta o desmadre que hacer (aunque hace un año nos la pasamos en casa de Dave en su recien mudanza sin hacer nada, ¡Ah no es cierto!, comimos posole en mi casa, ya mi acordé y de ahí nos fuimos). Entre los pinches requerimientos y la programación de la dll que estoy haciendo se me ha pasado la semana; entre tedios y sonrisas, por lo que digo que estas fiestas no me han sabido a nada.
Por otro lado, la gran historia de México nos recuerda que un día como mañana a las 12 am el cura Hidalgo se levantó en armas contra los españoles para sus intereses criollos personales, y ya encarrerado el ratón, liberar a los que pudiesen ayudarle. No fue hasta Morelos que la guerra obtuvo su veradero significado; Libertad e igualdad para todos los mexicanos. No sólo mexicanos pelearon, extranjeros como Xaier Mina que murió fusilado y de origen español. Y así, depsués d ela muerte de estos dos (Morelos y Mina) la guerra de independencia cayó en un profundo bajo, salvo por Vicente Guerrero que mantenía su lucha en el sur. No fue hasta el 24 de septiembre de 1821 cuando el general insurgente Guerrero y el realista Iturbide se funden en un abrazo para consolidar el fin de la guerra de Independencia.
Así, en ese pequeño esbozo de la historia de la primer guerra del país (la conquista no fue guerra, fue matanza) nos deja un excelso orgullo de ser mexicanos (me podrán gustar muchas culturas y paises, pero no me imagino siendo extranjero) .
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