Éste es un libro de recuerdos, de crónicas de casos policiacos ocurridos durante la primera mitad del siglo pasado; de una remembranza del Güero Téllez y sus casos más importantes como reportero policiaco en distintos periódicos del Valle de México; incluso de una ciudad distinta a la de ahora: diferente.
Éste es un libro recopilado por José Ramón Garmabella, otro reportero amigo de Eduardo Téllez Vargas, el Güero, o el comandante Téllez como también era conocido; donde después de largas horas de charlas en cafés, el Güero relató muchos de los casos que le tocó cubrir en su profesión de reportero, modo de vida que escogió por encima de la carrera de leyes que tomaba.
Las crónicas, con ese estilo de narrar adornado y consonante, nos muestran a nuestro narador como un participante más en el recuerdo: hablándonos de personajes, lugares, sucesos, personalidades, e incluso de sus dotes detectivescos y como tomaba parte activa en los casos, con ese afán de lograr la noticia sin ocultar la verdad: mostrando los hechos.
Vienen las crónicas del Goyo Cárdenas, La muerte de Lev Davidovich Trotsky, La muerte del General Obregón, el Abogado del Diablo e incluso un relato policiaco y un agradecimiento a su compañera de trabajo: su máquina de escribir.
Éste es un libro recopilado por José Ramón Garmabella, otro reportero amigo de Eduardo Téllez Vargas, el Güero, o el comandante Téllez como también era conocido; donde después de largas horas de charlas en cafés, el Güero relató muchos de los casos que le tocó cubrir en su profesión de reportero, modo de vida que escogió por encima de la carrera de leyes que tomaba.
Las crónicas, con ese estilo de narrar adornado y consonante, nos muestran a nuestro narador como un participante más en el recuerdo: hablándonos de personajes, lugares, sucesos, personalidades, e incluso de sus dotes detectivescos y como tomaba parte activa en los casos, con ese afán de lograr la noticia sin ocultar la verdad: mostrando los hechos.
Vienen las crónicas del Goyo Cárdenas, La muerte de Lev Davidovich Trotsky, La muerte del General Obregón, el Abogado del Diablo e incluso un relato policiaco y un agradecimiento a su compañera de trabajo: su máquina de escribir.
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