El día de ayer fue mi primer día de clases en la facultad de Filosofía y Letras, y la verdad el regreso a la escuela no fue lo que yo hubiese esperado: acostumbrado al típico sistema escolarizado el simple hecho de no "tener clases" como tal es un poco frustrante ya que estoy acostumbrado a la típica relación de profesor-alumno. Uno de mis principales temores es el no tener tiempo para leer de la escuela y leer para las certificaciones del trabajo (de la cual ya tengo agendado otro examen para el 30 de marzo); se me hace frustrante la idea de no poder leer lo que a mí me gusta, y en cambio leer lo que me dejen. ¿Servirá realmente para mi educación?
Hay que tener en cuenta que mucho de la literatura es subjetivo a cada uno de los lectores: tanto puede haber uno que odie a un autor como otro que lo admire, por lo que la subjetividad en la interpretación de la obra de cada autor es de acuerdo a cada persona.
Hay una materia que en realidad no me entusiasma demasiado: Literatura Española del siglo XX, ya que particularmente el estudio de estos se remonta a la época que menos me agrada: principios del siglo pasado donde las corrientes están en pleno auge exploratorio y creativo, y abundan los poemas, que como sabrán no son mi fuerte ni mi pasión. Incluso en la prosa de esa época el "ritmo" de muchas obras es aburrido para mi persona.
¿Será que esperaba algo distinto a lo que me pasó ayer? Por lo pronto ya tengo dos tareas: un ensayo como éste que hago en este blog casi cada tercer día, pero con la estructura de un trabajo de investigación (introducción, objetivo, desarrollo, conclusiones) y a mano (en mi particular, en jeroglíficos), y unas fichas bibliográficas de una guía que no tengo y no he comprado (¿estará abierto hoy para comprarla?, no lo creo). Y aparte leer unos libros de la clase arriba citada. De regreso a la escuela...
Hay que tener en cuenta que mucho de la literatura es subjetivo a cada uno de los lectores: tanto puede haber uno que odie a un autor como otro que lo admire, por lo que la subjetividad en la interpretación de la obra de cada autor es de acuerdo a cada persona.
Hay una materia que en realidad no me entusiasma demasiado: Literatura Española del siglo XX, ya que particularmente el estudio de estos se remonta a la época que menos me agrada: principios del siglo pasado donde las corrientes están en pleno auge exploratorio y creativo, y abundan los poemas, que como sabrán no son mi fuerte ni mi pasión. Incluso en la prosa de esa época el "ritmo" de muchas obras es aburrido para mi persona.
¿Será que esperaba algo distinto a lo que me pasó ayer? Por lo pronto ya tengo dos tareas: un ensayo como éste que hago en este blog casi cada tercer día, pero con la estructura de un trabajo de investigación (introducción, objetivo, desarrollo, conclusiones) y a mano (en mi particular, en jeroglíficos), y unas fichas bibliográficas de una guía que no tengo y no he comprado (¿estará abierto hoy para comprarla?, no lo creo). Y aparte leer unos libros de la clase arriba citada. De regreso a la escuela...
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