La historia que se cuenta en Ley Garrote es una historia policiaca mexicana. Teniendo todos los clichés del detective mexicano (el sarcasmo, las madrizas, el húmor negro), Gil Baleares, ex judicial y ahora detective, es contratado para encontrar a Alicia del Moral, hija de un matrimonio dueño de una fabrica que produce una ya tradicional golosina que, incluso, Gil probó de niño: una especie de dulce de cajeta duro como piedra. Alicia ha sido secuestrada por un grupo que exige 400 mil pesos para devolver a la adolescente. Gil ha pactado 20 mil pesos (suficiente para el enganche del Tsuru color plata que le trae la mente loca) por realizar las investigaciones y traer a la niña a salvo.
Pero no será tan fácil, una sere de desventuras con otros "detectives" hará que nuestro detective nomás no vea como poder resolver el caso; aunado a esto, tiene que lidiar con su padre Ángel el Perro Baleares, ex policía también y casi una leyenda (se dice y el mismo dice, que dejó escapar a varios guerrilleros del campo militar no. 1. Nadie lo sabe con certeza) que ahora se debate entre la senilidad producida por el Alzheimer que le trae etapas lúcidas como regresiones infantiles.
Una novela, como ya dije, que cumplió con todas mis expectativas (tal vez al final, un poco confuso). Escrita por Joaquín Guerrero-Casasola, escritor y guionista discipulo de Gabriel García Márquez en la Escuela Internacional de Cine, escritor para la tv. Cabe decir que esta novela ganó el primer premio L'Nconfidencial 2007 de novela negra. Muy recomendada.
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