El viernes se casaron unos amigos de Aideé, por un salón que está acá por mi casa. Fuimos padrinos de copas, las cuales me lanzé a comprar el mismo viernes en la tarde. Debido a algunas cosas que pasaron llegamos casi a las 11 y estuvimos hasta las 2 y media. Como era el condutor resignaso pues no pude tomar demasiado. Después de eso nos fuimos acá por mi casa a seguirle con un cartón de chelas y en la madrugada siguiente nos fuimos mi niñita y yo a su casa junto con su amiga Jaque que iba a trabajar.
Ayer fuimos a chelear Toño, Nadia, Alejandro, David, Ernesto, Aidecita, Adriana,Pablo allá en una de esas cantinitas que aún subsisten en la Glorieta de Insurgentes, aprovechamos la soledad de un señor que nos invitó tres cubetas y mientras Alejandro platicaba-soportaba al don los restantes (menos Nadia, Toño y Ernesto que se fueron) hablamos de cosas típicas de una peda. Después de ello fuimos a caminar por la Zona Rosa entramos a algunas sexshops y después fuimos a la nueva plaza comercial llamada Reforma 212 o algo así. Estuvimos un rato y después nos fuimos a la casa.
Termine algunos libros la semana pasada. El primero de ellos fue Artificios de Jorge Luis Borges. Éste es un libro de cuentos que ya había leído hace algunos años, y debo decir que hay algunos cuentos de Borges que en verdad me dan una weba, otros que son muy buenos como el de La Muerte y la Brújula que es uno policiaco-detectivesco.
El que siguió a ese de Borges fue Una de Vaqueros que compré el fin de semana que fuimos a la Lagunilla; es de Mario Chávez-Campos y trata sobre un chavo que acaba de terminar su carrera de Asentología y es llamado por una de esas vacas sagradas para conseguirle un trabajo en un lugar llamado San Buenaventura, donde debe de ser el "réferi" entre los militares que intentan quitarle al pueblo unas hectáreas para construir una unidad habitacional para los miltares y entre los habitantes del pueblo que desde cientos de años han sido oprimidos y robados en tierra de pastoreo. La novela es rápida (de una de esas que se dicen "de una sentada") está buena y más el final que siento lo acaba perfectamente.
La tercera fue una de Patricia Melo, una brasileña, cuyo título es Elogio de la Mentira y es una novela policiaca que trata sobre un escritor que escribe novelas policiacas plagiándose las historias de los clásicos en el género, es así como conoce a una mujer experta en serpientes para su siguiente novela (un asesinato con venenos) y comienzan una relación en la que terminarán asesinando a alguien... Una novela rápida y muy buena que nos muestra el mercado de libros en Brasil, el "esto vende esto escribe", una serie de obsesiones por los ofidios y las novelas, por una mujer. Entretenida.
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