Todo comienza con un asesinato en un piso en Madrid, dentro están reunidos los de la policía científica reuniendo posibles evidencias y los detectives Ana Izarra y Ángel Pareja que son los encargados de desenmarañar el crímen de la hermosa joven que yace desnuda en el sofá con una serie de puñaladas en la espalda y un bombín que tapa su pubis pintado de azul.
Novela escrita a 4 manos por Espido Freire y Raúl del Pozo donde cada uno se hace cargo de un personaje; Ana a manos de Espido y Ángel por parte de Raúl, haciendo que cada capítulo uno de los 2 personajes haga su versión de los hechos reflejando sus personalidades encontradas: por un lado Pareja, el policía viejo con la experiencia a cuesta que tiene mil y un relaciones con todo tipo de personas e hincha del Madrid con una jerga para hablar que bueno. Por el otro lado Izarra, joven feminista de treintatantos que cree que el ADN puede resolver cualquier cosa, inexperta al cual el jefe se quiere llevar a la cama y que no tiene nada en común con su compañero, pero que poco a poco entenderá que no todo es completamente cientifico sino que muchas veces los casos se resuelven con mucha perseverancia y sobre todo con un presentimiento.
La novela es buena salvo el final donde al parecer ambos escritores no sabían como terminar el caso y lo rodearon con muchas cosas, cuando para el lector era claro desde el inicio (o por lo menos para mí) quien fue el asesino. También la retahíla de pensamientos entre un personaje y otro llega a romper con la trama y su seguimiento.
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