Otra vez el exceso de trabajo me ha impedido escribir en este blog. Ña... la verdad no he tenido la inspiración; y lo que es peor, ni si quiera me he acordado de postear algo.
La semana pasada hubo una feria del libro allá por la Alameda Sur en Coyoacán (Miramontes y avenida las Bombas). ¿Recuerdan ese remate anual que se hacía en el Auditorio Nacional donde algunas cuantas editoriales iban a rematar (obvio, es un remate, no) sus libro bajándole un chingo y dos montones a los precios? Pues este evento del que hablo fue ese mismo remate, sólo que ahora allá. La razón: hace algunos meses la secretaría de Cultura del DF despidió a Paloma Sáiz que era la encargada de este y otros eventos (la Feria Internacional del Libro de la Ciudad de México, Tianguis de Libros, etc. (y también corrieron a Juan Hernández Luna que llevaba un programa de lectura a policías y bomberos)), por lo que ahora la organización Para leer en Libertad (ok, no encuentro la página pero les dejo este link) fue la encargada de realizar dicho evento.
Me he dado cuenta que leo porque me gusta, cuando me "obligan" a hacerlo (como pasa en la escuela) definitivamente me cierro y soy más lento. Incluso lo hago molesto. Ahora que menciono esto, recuerdo que era igual en la prepa: los libros que nos dejaban no los leía y después, los leía yo sin sentirme obligad (por ejemplo El Proceso). Estoy tomando muy en serio lo de la escuela, definitivamente no es lo mismo estudiar que estudiar y trabajar.
Ya les diré mi resolución.