09 septiembre 2016

Familias

Mis dos mejores amigos son homosexuales. Recuerdo cómo cada uno en su tiempo y momento me dijo que eran gay y lo que esto significaba para cada uno de ellos. Hablo de más de diez años atrás. Y con el correr del tiempo lo que significaba establecer tu "situación sexual" fue cada vez menos difícil (creo y quedo abierto a comentarios) en la ciudad de México (DeFe pa'los que vivimos acá) donde se vivió una apertura que permitió la libre convivencia de muchos sectores de la sociedad y obviamente un gran avance para la comunidad LGTTTB donde fue el primer estado en permitir la unión de parejas del mismo sexo y el reconocimiento de sus parejas ante la ley.
Y podríamos comenzar a hablar de apertura en el país, si esta existiera, pero siendo la verdad que es poca o nula con excepción de algunos estados que si han tenido grandes avances en el reconocimiento de la igualdad de todas las personas.
¿Pero qué ha pasado en la mentalidad de las personas en el pasar del tiempo, ha cambiado el mexicano promedio su forma de ver a los homosexuales? La respuesta es no.
De un tiempo para acá una gran campaña orquestada por la Iglesia católica y una "Asociación" llamada Frente Nacional por la Familia ha hecho que la sociedad mexicana entre en una discusión sobre el derecho de formar una familia por padres del mismo género bajo el supuesto paradigma de la "familia tradicional" compuesto por una madre, un padre e hijos, anulando por completo el derecho que tenemos todos de poder adoptar y formar un hogar en todos los sentidos posibles escudándose bajo la falsa ilusión de "proteger" a sus hijos y brindarles ese estereotipo que "dicta" la iglesia.
Y los seguidores de esta campaña se persignan bajo cualquier tipo de cambio que pudiese traer en la sociedad: un regreso por completo a la sociedad cerrada y estúpida que vive bajo la pauta (y miedo) de un Dios... regresamos en el tiempo y no el mejor.
¿Dónde queda el estado laico, ése que proclamó Benito Juárez en las leyes de reforma; aquel dónde la iglesia quedaba reducida a sólo la práctica de un culto y no tenía ni voz ni voto en el destino del país? Y por qué permitimos que esto pase. Por qué un grupo de mochos buenos para nada cuestionan el derecho que todos y cada uno de nosotros tenemos y que se ha ido ganado con el paso del tiempo. En serio, ¿nos vamos a volver a dejar? ¿Vamos a permitir que nos digan que las personas no tienen derecho a adoptar solo porque su pareja es del mismo sexo?
Es momento de tener criterio. Familias hay muchas y de muchos tipos. Alto a estas campañas de odio y discriminación que solo traen división en una sociedad que de por sí esta dividida.
¡Yo si estoy a favor de todo tipo de familias! ¡Apoyo la adopción por parte de parejas del mismo sexo!