17 febrero 2013

La diosa del pubis azul

Todo comienza con un asesinato en un piso en Madrid, dentro están reunidos los de la policía científica reuniendo posibles evidencias y los detectives Ana Izarra y Ángel Pareja que son los encargados de desenmarañar el crímen de la hermosa joven que yace desnuda en el sofá con una serie de puñaladas en la espalda y un bombín que tapa su pubis pintado de azul.
Novela escrita a 4 manos por Espido Freire y Raúl del Pozo donde cada uno se hace cargo de un personaje; Ana a manos de Espido y Ángel por parte de Raúl, haciendo que cada capítulo uno de los 2 personajes haga su versión de los hechos reflejando sus personalidades encontradas: por un lado Pareja, el policía viejo con la experiencia a cuesta que tiene mil y un relaciones con todo tipo de personas e hincha del Madrid con una jerga para hablar que bueno. Por el otro lado Izarra, joven feminista de treintatantos que cree que el ADN puede resolver cualquier cosa, inexperta al cual el jefe se quiere llevar a la cama y que no tiene nada en común con su compañero, pero que poco a poco entenderá que no todo es completamente cientifico sino que muchas veces los casos se resuelven con mucha perseverancia y sobre todo con un presentimiento.
La novela es buena salvo el final donde al parecer ambos escritores no sabían como terminar el caso y lo rodearon con muchas cosas, cuando para el lector era claro desde el inicio (o por lo menos para mí) quien fue el asesino. También la retahíla de pensamientos entre un personaje y otro llega a romper con la trama y su seguimiento.

04 febrero 2013

Ayeres

Dice el dicho "tiempos pasados siempre fueron mejores"; y aunque no necesariamente cierto, si llenos de nostalgia: reminiscencias de lugares y personas, situaciones y placeres (culposos y agradables). Por lo menos este fin de semana uno lleno de viajes a un pasado que no había recorrido en mucho tiempo.
El viernes vi a mis amigos Arturo y David; platicar de como nos ha tratado la vida, que hay de nuevo con nuestros respectivos empleos, los amigos en común y los chismes que les rodean. Si bien es reconfortarte encontrarte con compañeros de tu vida, es verdad que esos mismos actores tienden a desaparecer de la misma: cambios de humor, de intereses o sencillamente las vueltas que cada quien le saca a la vida y te hacen distanciarte de ellos.
Ese mismo día Arturo sugirió que fuésemos a la TNT (famosa convención de anime/manga del DF). Aideé por su parte estaba con la idea de tener unos peluches de la serie Hora de Aventura, y yo por la mia el simple hecho de recordar las épocas cuando religiosamente estábamos formados horas antes de que abrieran las puertas tan solo para ir a comprar anime/manga me emocionó un poco. El sábado fuimos al lugar en Tlatelolco.
He de decir que el tiempo no pasa en valde. Al entrar encontramos todo como antes: puestos de anime que vendian mil y un chucherías de series que ya no conozco, playeras de los videojuegos de moda, grupos de rock épico, k-pop, j-pop y muchos más particularidades como los cosplayeros que van a hacer su tour desfrazados. ¿Qué es lo que ya no estaba? Los miles de animes que conseguías a 20 pesos cada disco, la poca oferta de mangas (salvo los importados que cuestan....) y la nula presencia de comic.  Recuerdo que antes incluso nos podíamos sentar a jugar rol en las mesas destinadas a esto en la parte superior de la convención, el área de autores minimizado por los muchos stands de cosplay donde colas de gente esperaban para ser fotografiadas. Lo único que puedo compramos los mencionados peluches, el libro Nocturno 2 de Tony Sandoval y uno de Gonzalo Martré, además de un compilatorio del Cerdotado.
Continuemos con nuestra enumeración del pasado.
Ayer después de años enteros de no ver un partido se fútbol americano vi el Superbowl donde el equipo que siempre ha sido mi favorito desde tiempos muy pasados (recuerdo ver partidos deonde Steve Young mandaba el pase a Jerry Rice con el resultado de anotación casi siempre) perdía contra los cuervos de Baltimore en un sufrido y épico partido muy propio de la final. Una de mis críticas al americano es el tiempo, se me hace increíble que un partido que debería de durar hora y media ya con descanso se eleve a proporciones de 4 horas. 
Y hoy, lunes feriado, después de ir al médico pasé a comer unos tacos que he conocido desde que tenía memoria: los tacos del paisa. Nombre no muy original, pero distintivo en un taquero. Los dichosos tacos, en Río de los Remedios yendo hacia Plaza Aragón los conozco desde que iba en la primaria ya que mi papá nos llevaba a comer en repetidas ocasiones. Hoy pues, comí como pelón de hospicio, recordando sabores alojados en mis recuerdos, de tantos años de visitarle incluso después de la muerte de mi papá, al cual hoy recordamos mientras comía y platicaba con el Paisa sobre tiempos pasados y mejores y recuerdos de personas que nos hacen falta en momentos.